domingo, 22 de septiembre de 2013

La conquista cristiana

Castell del Boi (Vistabella). Al fondo el cañón del río Montlleó

          A mediados del s. XII se produce en al-Andalus la caída del régimen almorávide motivada por la invasión de los almohades desde el norte de África. Estos últimos permanecerán en el poder en el Este peninsular, el Sarq al-Andalus, hasta el primer tercio del s.XIII, cuando las tropas catalano-aragonesas dirigidas por el rey Jaume I iniciarán la conquista de las tierras valencianas.
        El período almohade supuso un florecimiento cultural gracias al liberalismo y el sincretismo de la doctrina religiosa oficial. Sin embargo, en lo político continuó el desapego de la población por unos gobernantes impopulares que eran incapaces de frenar la invasión cristiana.
        Cuando en 1224 muere el califa Yusuf II, surge el enfrentamiento entre varios pretendientes, iniciándose una etapa de confusión e inestabilidad que llevará a la desintegración del dominio almohade. El último príncipe que gobernó la taifa de Valencia fue Abu Zayd, que entre 1225 y 1228 se mantuvo en el poder pactando con los reyes de Castilla y de Aragón. En 1229 es destronado por Zayyan, gobernante de Onda, quien a su vez se encontrará aislado entre fuerzas enemigas.
Culla
           Con la desaparición del poder almohade se produjo un éxodo de parte de la población que se sentía amenazada en su estatus social y económico. Se abandonan algunas tierras, núcleos de población, y fortificaciones, ya que, además, hubo un abandono militar que dejó parte del territorio sin defensa.
          El rey Jaume I d' Aragó, era consciente de la debilidad islámica valenciana y la aprovechó. Primero obteniendo en 1229 el vasallaje de Abu Zayd, quien pasó a depender de él con todas sus propiedades y las que conquistará en el futuro, y después adueñándose del país y fundando el reino de Valencia, dentro de la Corona de Aragón.
          En aquellos tiempos convulsos, el pragmatismo de musulmanes y cristianos evitará las batallas cruentas y reducirá al máximo los asedios, consiguiendo que los primeros permanezcan mayoritariamente en el territorio conservando sus costumbres, y los segundos obtengan una rápida conquista.
        La frontera cristiana en el Bajo Aragón se había establecido a partir de 1170, con la fundación y promoción de Teruel como centro organizador del cinturón defensivo levantado por Ramón Berenguer IV, y el movimiento colonizador que le acompañó. El castillo de Puertomingalvo, que formaba parte de esa frontera, fue conquistado hacia 1181 y entregado, en primer término, a la Orden del Temple, siendo traspasado en 1202, junto con Linares, al obispado de Zaragoza. Por el norte el control cristiano se extendía hasta el castillo de Benifassà i Rossell, del que se apoderó Pere II d' Aragó (padre de Jaume I) en 1208.
Castillo de Puertomingalvo
         Tras la conquista de las Baleares, a finales de 1231 se reúnen en Alcañiz el rey Jaume I, el noble aragonés Blasco de Alagón y el maestre de la Orden del Hospital Hugo de Focalquer, con el objetivo de planificar la conquista del territorio valenciano hasta el río Xúquer. El plan que se establece será atacar las ciudades en llano evitando los castillos de altura. Así la conquista se iniciará marchando sobre Borriana, desde Teruel, llevando las provisiones y armamento pesado por el mar. Al caer esta ciudad, los castillos situados al norte se entregarán, ya que dependían económicamente de ella. A continuación se trasladará el centro de operaciones a El Puig, desde donde se iniciará la conquista de la ciudad de Valencia y tras ella el resto de la taifa islámica.
         Y así ocurrió. Aunque las hostilidades militares se iniciaron en 1232 con la toma de Morella por Blasco de Alagón. En la primavera de 1233, las huestes cristianas con Jaume I al frente descienden por el valle del Palancia saqueando lo que encuentran a su paso, pero evitando Jérica. Mientras, los maestres del Temple y del Hospital atacan los alrededores de Sagunt. De esta manera Borriana queda aislada por el sur, siendo asediada entre junio y julio de 1233. Durante los siguientes meses, tras la caída de Borriana, se van rindiendo los castillos del norte: Alcalatén, Peñíscola, Cervera, Polpis, Coves de Vinromà, Castelló, Vilafamés y Borriol.
La Pobla del Bellestar (Vilafranca)
         El castillo musulmán (hisn) de Culla, que comprendía la mayor parte de la cuenca del río Montlleó (Culla, Vistabella, Benassal, Benafigos, Atzeneta, Vilafranca, Torre d' En Besora y Vilar de Canes)
es conquistado por las tropas de Jaume I en 1234 y cedido a Blasco de Alagón el año siguiente, en el tratado de Montalbán.
        Como consecuencia de estas rendiciones y conquistas, en toda la zona del norte de Castelló, se produce un vaciado progresivo de la población musulmana que migra hacia el sur. Excepcionalmente sobrevivió alguna pequeña comunidad andalusí, como la alquería de El Molinell en Culla, que perduró hasta los años sesenta del siglo XIV.
          Al fin de asegurar el dominio sobre las tierras conquistadas, se inicia un proceso lento de repoblación con la llegada de inmigrantes catalanes y aragoneses. En general, los colonos eran cristianos viejos, campesinos de baja condición, que recibían un lugar donde habitar y el terreno suficiente para mantenerse en régimen de enfiteusis, sistema muy extendido en la Edad Media que consistía en la cesión casi a perpetuidad de una propiedad por un pago anual. A veces las donaciones se correspondían con antiguas propiedades de los musulmanes expulsados, pero otras eran nuevas tierras sin roturar, que había que preparar para el cultivo arrancándoselas al bosque o la montaña.
          La repoblación se prolongó entre los siglos XIII y XV con etapas de diferente intensidad. Además, la población se iba redistribuyendo según avanzaba hacia el sur el sometimiento de nuevos territorios.
Los señores feudales, laicos y eclesiásticos, que habían recibido las tierras ocupadas, otorgaron cartas de población a los nuevos habitantes.
El Callís (Xodos)
        Las cartas puebla eran contratos entre el señor y los nuevos pobladores donde se recogían los derechos y deberes de ambos, regulando las condiciones de habitación y tenencia de las tierras. Además de delimitar el territorio que se pretendía entregar, se establecían otras disposiciones de carácter político, religioso, económico, fiscal, militar y administrativo.
           De los actuales municipios del Alt Maestrat que formaron parte del hisn de Culla, Benassal recibió de Blasco de Alagón la carta de población el 3 de enero de 1239 , y Vilafranca o Riu de les Truites (cuyo emplazamiento fundacional fue La Pobla del Bellestar) el 7 de febrero del mismo año. El 23 de marzo de 1244, sus herederos, Guillem de Anglesola y su mujer Constanza, hija de Blasco de Alagón, conceden carta puebla a Culla para 60 repobladores. Unos años después, el 3 de abril de 1251, hacen lo propio con Vistabella para 200 pobladores. Y el 8 de enero de 1272 harán lo mismo con Atzeneta para 80 pobladores.
El Castell de Sant Joan (Atzeneta)
           Ximen d'Urrea, señor de L'Alcalaten, se la concede a Xodos el 17 de junio de 1254. El 9 de marzo de1243 Abu Zayd, entonces vasallo de Jaume I, otorga carta puebla a 140 cristianos para fundar Villahermosa en el término del castillo de Villamalefa.
          Algunas cartas puebla incluyen la adopción de las prácticas jurídicas de otro lugar. Casi todas las nombradas se otorgaron a fuero de Zaragoza, excepto Villahermosa del Río que lo fue al de Daroca.
En ocasiones se encarga a unos “repartidores” que gestionen la entrega dividiendo “bien y fielmente” el lugar entre los colonos, como ocurrió en Culla,Vistabella y Atzeneta.
           A Puertomingalvo se le concedió la carta puebla a fuero de Teruel, el 19 de noviembre de 1261 por parte de su señor Arnaldo de Peralta, obispo de Zaragoza. En el documento se garantizaba a los habitantes de la villa, sus casas y propiedades y se les cedía los derechos de pastos. El obispo y su cabildo se reservaban la elección del concejo, la administración de justicia y un tercio de las caloñas (multas por delitos). También retenían para sí una explotación agraria y el monopolio sobre el mercado, hornos y molinos. A su vez, en junio de 1265 el Concejo de Teruel funda la real villa de Mosqueruela por orden del rey Jaume I.











El río Montlleó

Río Montlleó. Penyacalba i Cingle Verd (Culla)


Entre las provincias de Castellón y Teruel, en la fachada mediterránea de la Cordillera Ibérica, el Riu Montlleó surca la vertiente norte del macizo de Penyagolosa.
Su cuenca fluvial forma parte de la red de drenaje de la Rambla de la Viuda, afluente por su izquierda del río Mijares el cual, procedente de la turolense Sierra de Gúdar, acaba desembocando en la Plana de Castelló, cerca de Almassora.
El hidrónimo valenciano Montlleó, también utilizado como topónimo de algunos lugares del valle, se convierte en Monleón al traducirlo al castellano y aparece con diferentes formas a lo largo de la historia. Así, en algunas cartas de población de 1239 es Montleon y en 1382 Monteleoni pasando a Monlleo en el Llibre del Herbatge (1597). Según el filólogo valenciano M. Sanchis Guarner, Montlleó es una voz árabe que significaría montaña de las fuentes, y estaría justificado por los muchos manantiales que hay en su lecho, aunque existen otras teorías que sugieren un origen diferente.
Río Montlleó (Vistabella) 
La cuenca hidrográfica del río Montlleó posee una extensión de 656,7 km2, ocupando parte de los términos municipales de Mosqueruela y Puertomingalvo en la provincia aragonesa de Teruel, y Vilafranca del Maestrat, Benassal, Culla, Benafigos, Atzeneta del Maestrat, Vistabella y Xodos, en las comarcas castellonenses de L’Alcalatén y L’Alt Maestrat.
Se puede considerar que nace cerca de la Ermita de San Bernabé, en el termino de Puertomingalvo, al recoger las aguas del collado del mismo nombre a 1450 m. de altitud, aunque este tramo se encuentra habitualmente seco y no es hasta la Fuente de la Penilla donde el agua comienza a circular, aunque casi siempre de forma intermitente, debido a su escasez y, sobre todo, a la porosidad del terreno.
En su origen se le denomina Rambla del Puerto, y mantiene este hidrónimo hasta la confluencia con el Barranco del Portillo, poco después de entrar en territorio valenciano, donde se le conoce ya como río Montlleó. En su recorrido recibe las aportaciones de cantidad de barrancos y ramblas, siendo los más destacados por su izquierda el Barranco del Zarzoso, Barranco del Portillo, el Arroyo Majo, Barranc dels Frares, y el Ríu Sec, y por su derecha el Barranco de Minguiser, el Barranco del Mas de Fuertes, Barranc de Montsó, Barranc d’ Assor, el Barranc del Forcall y las ramblas de Benafigos y Atzeneta.

Manantial del Ojal (Puertomingalvo)
Además de las aguas superficiales, se alimenta especialmente de surgencias que se hallan generalmente sobre el mismo lecho del río (ullals u ojales). Estos manantiales intermitentes expulsan el agua de las corrientes subterráneas existentes en la cuenca, que a su vez son alimentadas por la infiltración y por pequeñas cuencas endorreicas situadas en las cotas altas del macizo por el que circula, como son la uvala de Benafigos, y los poljes de Mosqueruela y el del Pla de Vistabella, el más extenso, cuya cuenca es receptora de la escorrentía y el deshielo del macizo de Penyagolosa (1813 m.).
Por último, el río desemboca en la Rambla de la Viuda, al confluir con la Rambla Carbonera en las cercanías de Els Ibarsos (cota 300 m.), después de recorrer 83 Km. y descender más de 1150 m., buena parte de ellos encajado, a través de tierras, sobre todo, calcáreas.

           
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